CONTROL DE DESRATIZACIÓN
La desratización es el proceso de controlar y erradicar la población de roedores, como ratas y ratones, en un área determinada. Los roedores son transmisores de enfermedades y causan daños estructurales, por lo que su control es esencial para la salud pública y la protección de bienes.
Objetivos:
Reducir la población de roedores.
Prevenir daños estructurales y económicos.
Evitar la propagación de enfermedades como leptospirosis, hantavirus y salmonelosis.
Métodos:
Métodos Preventivos:
Control de acceso: Sellado de grietas y aperturas en muros, puertas y ventanas.
Gestión de desechos: Mantener áreas limpias y eliminar fuentes de alimento.
Almacenamiento adecuado: Guardar alimentos en recipientes herméticos.
Métodos Activos:
Uso de cebos rodenticidas: Sustancias químicas que eliminan a los roedores.
Trampas físicas: Trampas de captura y eliminación (trampas de resorte, pegajosas, entre otras).
Barreras electrónicas: Dispositivos ultrasónicos para repeler roedores.
Consideraciones Ambientales:
Uso de productos no tóxicos cuando hay presencia de niños o mascotas.
Implementar métodos sostenibles para evitar impacto ecológico.